EL CEREBRO, ESPIRALES Y PARTICULAS DE LUZ

24.01.2021
Blog montsebcng.com
Blog montsebcng.com

Al final todo es pensamiento, puntitos de luz que son hilitos de luz que emiten en infinidad de frecuencias formando infinidad de patrones. Frecuencias horribles, incontrolables y caóticas, o frecuencias de amor. El amor es el conocimiento, y lo provocan frecuencias maravillosas.

El cerebro es creado por la mente, al igual que el resto de tu cuerpo, todo está formado por pensamientos, pensamientos es todo lo que hay.

Los pensamientos son puntitos de luz, que en su mayor profundidad son como hilitos que van tejiendo la realidad en infinidad de patrones de frecuencias. Infinidad de hilitos que interactúan y tejen y tejen continuamente en cada ahora la realidad. Es una malla, una red donde la consciencia queda atrapada. El pensamiento que piensa (consciencia) queda atrapado en un mar de pensamiento pensado que no piensa.

El cerebro capta frecuencias electromagnéticas que le llegan de su entorno, las interpreta y las procesa. Lo de fuera es adentro, el bucle comienza así, de fuera hacia dentro y se genera una espiral. Ahí el ser humano utiliza un % mínimo de su capacidad.

Un cerebro que pudiera captar frecuencias electromagnéticas interiores, las pudiera procesar y sacar a fuera a su entorno, trabajaría de dentro hacia fuera, el bucle comenzaría de dentro hacia fuera formando el símbolo del infinito, el símbolo del amor. Un cerebro capaz de hacer eso estaría usando el 100% de su capacidad.

Lo ideal cuando un bebe nace sería que su cerebro trabajara en forma de espiral, de fuera hacia dentro para grabar en su cerebro un mapa del mundo y una vez adulto pudiera trabajar su cerebro en forma de infinito, de dentro hacia fuera. Primero grabar información de lo que es el mundo en tu interior y después hacer lo que quieras con ella.

Pero eso no es posible, el ser humano se queda atrapado en las formas espirales de pensamiento y en sus frecuencias. No puede acceder a las frecuencias de las formas de pensamiento infinitas del amor. El ser humano (partícula de luz que piensa) se convierte en infinidad de pensamientos en forma de espiral de frecuencias estridentes y se queda prisionero. Una espiral te absorbe, al igual que lo hace un huracán o tornado.